martes, 7 de febrero de 2012

palabras en torno a un voluntariado en Dichato y la reconstrucción

A casi dos años del fatídico 27 de febrero, es tiempo de hacer una reflexión en torno a la 'reconstrucción'. Para eso, intentaré inspirarme en los trabajos voluntarios que pude realizar en Dichato durante unos días.

El campamento base fue la aldea 'Nuevo Amanecer', ubicado en el sector Villa Fresia. Además están las aldeas 'El Molino' y 'ManuelMontt', al menos, como legalmente reconocidas por las autoridades como campamentos post-catástrofe. Sin duda, no los únicos afectados.

En primer lugar, me pareció observar como forastero que nunca antes había visitado la zona, que hay algunos avances. Una avenida con un boulevard muy bonito, aún no terminado por cierto. Hay una zona inmobiliaria cerca a la cancha y una más al norte, antes de que inicie el camino a Pingueral.

Sin embargo, las dificultades aún subsisten en las aldeas. Nuevo Amanecer es quizá una de las más "cómodas" aún cuando esa comodidad sea aún muy inferior a las adecuadas. Hay agua potable, alcantarillado, baño dentro de las mediaguas, desagüe de aguas servidas (con la cual contribuimos en el campamento), dos sedes sociales, además de un elaborado sistema de duchas abastecida con aguas de vertientes.

Aún hay temas que son relevantes para sus dirigentes. Un ejemplo son los bonos económicos para ayudar al emprendimiento, los que fomentan principalmente el comercio y la pesca, pero que no toman en cuenta a una parte que vivía de las hospederías, a otros que vivían de la carpintería, etc., y que también perdieron sus recursos con los que trabajan. Claramente los avances que un forastero puede observar, no son comparables con la visión que los propios habitantes tienen con respecto a sus procesos de reconstrucción. 

Las sensaciones son contradictorias. Tenemos por un lado las notas de prensa que muestran cierta satisfacción de los pobladores con respecto al proceso. Sobre todo en estos días en que el evento 'Viva Dichato', permite generar un ambiente de optimismo y satisfacción. Allí en los comerciantes también se ve una cara alegre, cerca de las playas donde por estos días de sol, masas de gente llegan hasta allá, pese a que no como 'otros años'.

Pero también están las muestras de insatisfacción, las que no acaparan cámaras, por no ser la imagen más feliz. Durante el fin de semana, se informó que hubo algunas protestas de familias que no han sido consideradas como damnificadas por el tsunami. Y hay otros problemas derivados, por ejemplo de las negociaciones entre el Gobierno y el dueño del terreno en el que vive Nueva Amanecer, o por la relación entre dirigentes de aldeas.

Cada postura es entendible sólo en la medida de la aproximación a cada caso. Nadie allí, quienes viven los procesos de reconstrucción, y de sufrimiento y de vivencia del día a día, puede estar equivocado, puesto que cada caso es diferente. Y es lo mismo que sucede en otras localidades de la zona afectada.

Queda aún mucho trabajo por hacer. Lo más importante es que el gobierno actúe abierto a la comunidad, evitando al máximo que las decisiones queden en cuatro paredes.



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