Comenzando un nuevo año?
solo es producto de nuestra propia racionalidad occidental pensar que comienza un nuevo año, que el verano es el inicio tranquilo de otro año agitado, demostrando con esas palabras que en realidad no es el comienzo de nada, sino la continuación de nuestra mediocre y miserable historia humana en este pequeño asteroide. Nada empieza porque nada ha acabado: seguirán habiendo hambrientos, esclavos, asesinos, pervertidos y gente que sea víctima de todo eso. Quizás, los mismos del año pasado. Ni siquiera las perspectivas cambian con los años, seguimos cometiendo los mismos errores, seguimos cavando, luego de tocar el infernal fondo de nuestra absurdidez, topándonos con otros tanto o más miserables que uno mismo.
Nada empieza porque nada acaba...
El tiempo sólo es una ilusión, que alimenta una esperanza, quizás falsa, no lo sé. Sólo sé que no sé si tengo esperanza; sólo sé que espero, pero no sé qué espero. Pero si sé que al menos esperar me ayuda a ver el tono azul claro al final del abismo - o quizás ese sea el principio - llevándome a otro sitio, imaginado, claramente, frágil, por supuesto, ¿Menos real que el polvo y la tierra de mis uñas? no lo sé. Pero el tiempo se me escapa mientras amo fantasmas e ilusiones durante los días de sueño, anhelando que la noche sea más amable, que el sufrimiento de las frustraciones sea lo bueno y no lo malo, pensando y haciéndome creer que la miseria del abismo es la pesadilla y que los sueños son la vida...
despierto y ahí está lo que no quiero vivir, ni ser, pero vivo y soy...
no sé qué es mejor: seguir en el sueño y seguir pudriéndome junto con el resto en el fondo inescrutable - a pesar de estar tan poblado - o elevarme con esos pocos que intentan tocar el azul con sus músculos cansados de cavar, con sus garras sucias y su pelo teñido de polvo, comiendo dolor y tristeza por la tal vez imposible proeza de lograrlo...
aún no lo decido, pero por mientras, sigo esperando...
