Conce.
Te dejé hace menos de un
año y sigues así, tal como te
recuerdo
Bella, con esos vandálicos
adornos en tus murallas y paredes.
Con esos entrañables arañazos,
cicatrices, y otras heridas de guerra urbana en tus suelos, desperdigadas entre Collao y el Barrio Estación
Con tu voz y tus novedades
pegoteadas en O'higgins con Janequeo.
Con la misma atractiva
turbulencia emocional en tus arterias, ya teñidas de azul y
licitado.
Con mil sinápsis circulando
y chocando intensas a las afueras del Lord Cochrane.
Con el tradicional dolor de
cabeza fuera de Tribunales.
Con la impresionante
insistencia de ubicar mil colores
mil sabores,
mil olores
en el mismo paradero fuera
de la Ymca.
Es el eje vital que me lleva
a casa: Collao, Carrera, Prat... oh, ¡21 de mayo!
Otra vez vuelvo a ver el
poder de tus dedos allá en Lorenzo Arenas
Es el eje de la esperanza:
es la proyección de Colón: el vibrante empuje que me introduce a
los brazos de mi Talcahuano.