miércoles, 29 de diciembre de 2010

La expectativa de las luces

Valparaíso 2009
No tengo idea el por qué ni cuál es el origen de celebrar alguna festividad cualquiera, con fuegos artificiales. Wikipedia, hace alusión a la pólvora como el origen más técnico. Los Chinos inventaron este famoso elemento y los árabes se encargaron de difundirlo por europa, sobre todo, en Iberia, durante el siglo VIII. Hasta ese tiempo vivían los pueblos germánicos e íberos, con sus prácticas y costumbres culturales, para quienes el fuego como elemento cotidiano y simbólico, fue de a poco sincretizándose con las nuevas costumbres y tecnologías, entre ellas, la pólvora. Así, la quema ritual de ciertos elementos, se combinó de alguna forma con el fuego artificial que iluminaba los cielos oscuros. A partir de ahí, el sincretismo mundial y la expansión de la sociedad occidental por el planeta...
Shangai 2010 (Expo)


De cara a la última semana del año, y la preparación intensiva de Valparaíso como el punto neurálgico de las celebraciones de año nuevo, hacen pensar en el simbolismo que generan y expresan las luces. La evidente necesidad de culminar y empezar cada año humano con ellos, la disposiciones de grandes presupuestos para la adquisición y la movilización de grandes cantidades de población a los sitios más privilegiados para su mejor apreciación, hacen de los fuegos artificiales un símbolo y una expectativa.

Hay una cierta idea de tránsito, entre la última noche de un año por acabar y el primer día de un año por comenzar. Las luces de los fuegos alumbran ese caminar. También está la idea de espectacularidad, de inflar el pecho frente a hechos que demuestren la grandeza humana y el dominio de la naturaleza y la oscuridad.

Se acerca, pues, la renovación del ritual de iniciación occidental: el año nuevo, con sus luces, comidas, mitos y olvidos. Claro, porque nos perdemos en medio de nuestros buenos deseos, creyendo ilusamente que el pseudo-mesiánico nuevo año pueda venir a nosotros sin pobres, sin miserables, sin cesantes, sin discriminaciones, abusos, destrucción del ecosistema o concentración de las riquezas. Los fuegos artificiales son la expectativa de que eso pase, de que los problemas eternos sean efímeros y gaseosos, como la explosión y el gas de un petardo más.

Sidney 2009


En definitiva, espero que la utopía del nuevo año se haga realidad, con Royalty de verdad, nacionalización de los recursos naturales, Hydroaysén RECHAZADO, sin abusos policiales hacia las organizaciones sociales, sin transnacionales en el país, sin Escalona, sin Caro Tohá, sin Hinzpeter, sin Larraín (el pdte de RN), etc.


Quema de la 'sardina', en Murcia, España

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