lunes, 6 de diciembre de 2010

Chile, Poncio Pilato y la Teletón

Chile acaba de alcanzar una nueva meta, tras vivir una nueva Teletón. Una nueva 'cruzada' de amor, solidaridad, unidad. Pero, ¿Qué tan cierto es que los chilenos somos solidarios? ¿Es la Teletón el reflejo de una sociedad en la cual la solidaridad es el eje conductor de nuestras relaciones? o, ¿Será simplemente un vil lavado de manos con el cual nos excusamos y justificamos los chilenos?

Me falta mundo, es cierto. Muy pocas veces he salido de mi Talcahuano natal, por lo que no conozco las realidades de otras zonas del país de manera 'vivida'. Pero aún así, estoy más seguro de la NO-solidaridad de los chilenos del siglo XXI, que de su solidaridad cierta.

La Teletón, no sólo es una cruzada, un show televisivo, y más que una mega-vaca. Es una fundación que permite que en su mayoría niños y jóvenes con determinadas discapacidades puedan, a través de una rehabilitación médica. ES cierto: se han hecho milagros, gracias a que cada año - salvo en los que se realizan elecciones políticas - los chilenos 'solidarios', se 'unen' y con el dinero, se permite financiar esta fundación.

La obra en sí es impresionante, sobre todo, considerando el contexto chileno y latinoamericano, donde los sistemas sociales y los sistemas de salud, son en general bastante ineficientes, discriminadores y pro-lucro. La Teletón desafía estos sistemas, en tanto que la gente común, pobres y agobiados en deudas, suma esfuerzos en conjunto con empresarios, ricachones y filántropos, para apoyar esta causa sin fines de lucro. El problema, es que exactamente, estos esfuerzos se realizan SÓLO cuando cierto tipo de emocionalidad u oferta logra despertar una solidaridad ficticia, un lavado de manos cual Poncio Pilatos, en la gente.

Porque, ¿qué pasa el resto del año? Vemos pobreza, falta de oportunidades, discriminación, en un sistema social hostil y salvaje, en donde cada cual busca competir hasta la violencia con tal de ganar algo más que sus contendores. Comenzando con los discapacitados, siguiendo con las mujeres, los inmigrantes - sobretodo, latinos - la tercera edad, los grupos étnicos y los feos. El explosivo aumento del Bullyng, o el tener que legislar para que las mujeres ganen lo mismo que los hombres cuando ejerzan el mismo empleo, son ejemplos de lo POCO SOLIDARIO que resulta Chile en su cotidianidad.

Otro punto es el sistema de salud público. Si tienes dinero, puedes recuperarte y tienes mayores posibilidades de no morir esperando una operación, o un trasplante (que en este tema, se cruza con el sistema social). El sistema de salud público en Chile, es discriminatorio, inoperante, y también muy POCO SOLIDARIO. Es insólito, que tenga que crearse una fundación que cada año tenga que hacer una mega-vaca para poder rehabilitar a chilenas y chilenos en su salud física, anímica y psicológica. En este sentido, el Estado chileno no ha hecho más que balbucear con su famoso plan AUGE, sistema excluyente, que podría resultar mejor, si se invirtiera más en infraestructura y en educación gratuita para que los estudiantes de medicina no tengan que migrar al sistema privado para intentar ganar más y sobrevivir mejor. Esto está en directa relación con nuestro pésimo sistema político. En fín, todo está relacionado.

Un último tema, son los empresarios, que intentan limpiar su imagen en base a unos millones, invitando al consumismo solidario. Me pregunto si los trabajadores de esas empresas como Líder o Ripley, realmente serán voluntarios o no. Otra pregunta que me hago, es saber si esas empresas practican o no practican la SOLIDARIDAD entre directivos y trabajadores. No me imagino que Walmart sea una transnacional muy solidaria. Pero no le quitemos méritos a nuestros compatriotas empresarios-explotadores del territorio y de los trabajadores.

En fín, mi diagnóstico de Chile en el siglo XXI, es que la Teletón representa sólo UN LAVADO DE MANOS, cual Poncio Pilato, con el cual somos capaces hasta el cinismo, de llenarnos la boca con frases de unidad y solidaridad. Por favor no ensuciemos la obra de una gran obra. Porque el resto de los 363,7 días del año, la impersonalidad y la apatía social y política son el pan con margarina diario del que nos servimos día y noche.

1 comentario:

  1. mmm..yo creo que las empresas están dentro del trato, las donaciones no son desinteresadas ya que se llaman donaciones por regirse esas platas por la ley de donaciones pero en realidad son un trato y a mi parecer es totalmente comprensible.
    Lo que me parece impresentable es que no se pueda mantener por si sola una institución como la teletón...pienso que ahí es donde está la verdadera mafia...quizás si se hiciera una cruzada así para distintas instituciones tendría justificación...
    (se me borró lo que habia escrito antes)
    saludos

    ResponderEliminar

¿Qué te pareció?