jueves, 15 de febrero de 2018

Breve historia de un conflicto que se resuelve siendo masticado


Breve historia de un conflicto que se resuelve siendo masticado


¿Cómo fue que llegaste a esto?
No sé, hueón, no sé.
Te acordai que hasta hace tres meses, nuestra política de la resignación era una ley intransgredible.
Claro que me acuerdo, ¿pa' qué me hacís preguntas obvias?
Es que no te entiendo puh, ahora andai todo loco, desesperado, angustia'o como pasturri por hacerle poemas y huevás.  
Y qué querís que haga hueón, si me enamoré po loco. Quiero puro que piense en mí. Y no te hagai, si boh también andai baboso.
Ya, si. Apuesto que tiene mil jotes dando vuelta, boh soi otro pajarraco negro más, hueón.
Pero me dijo que nadie le había escrito antes, ahí tengo una ventaja.
La hueá, hueón. Ahí tenís. La emoción que tanto queríai olvidar. La faquin esperanza. Esa bestia que tenemos encerrá allá atrás.
Si, ya sé. Esa huevá es monstruosa, realmente da miedo. Pero no podía evitarla para siempre. ¿O si?
Yo creo que sí. Es esta maldita obsesión de jugar a lo Bielsa, siempre pa'elante. Adónde, si en la vida hay que jugar a lo pelao Acosta, no queda de otra.
Que exagerao. Igual clasificamos con el pelao, pa' que tan mala onda. Pero con el Loco nos revolucionamos poh, hueón. Esa es la actitud.
Kío, actitud.

Ya, en vez de andar así con el caracho, ayúdame mejor. 
Y en qué te voy a ayudar yo hueón, si yo soy tu lado racional, no me metai en problemas.
Puta, el culiao pesao. Ayúdame.
Qué querís que haga.
Háceme la entrevista poh.
Esta idea es muy ridícula, ¿Creís tú que le va a gustar esta hueá?
Puta, yo qué sé. Pero las otras cuestiones que le escribí son muy mamonas. A lo mejor si la hago reír, me va a pescar un poco más.
Faquin esperanza. Ya hueón, trae pa'cá.
 


Ya, míster enamorado, cuénteme. ¿Cómo conoció a su amada?
Fue una situación inesperada. Andábamos buscando una persona para hacer teatro. Igual estábamos angustiados, porque los días pasaban y no íbamos a alcanzar a gastar la plata. Y de pronto la jefa del centro cultural...
Ya pero hácela más corta, ¿pa' qué tanta explicación?
Ya bueno. El tema es que cuando entré a la oficina lo primero que sentí fue una sensación de: “¡Ah chucha!”
Si, [xD] me acuerdo de esa hueá. De dónde salió esta cabra, ni idea. Tenía más pinta de modelo argentina que de profe de teatro...
Oye, la entrevista es a mí.
Chuta, verdá.
Entonces me acuerdo que andábamos terrible de desarreglados ese día. Yo al menos me sentí un patito...
¡Qué patito hueón! Como murciélago inyecta'o, como el tigreso del oriente en la ruina o el gemelo deforme de esqueletor, o peor
Si, no hallaba dónde meterme. Me daba como miedo mirarla a la cara. Tan linda que tiene su carita... A lo mejor supe lo que iba a pasar en ese momento... y por eso quería puro arrancar de ahí.
Buena po, pitoniso. Aunque debiste hacerlo... En fin, ¿qué pasó después?
Después hubo que hacer todo un enredo, porque pa' rematarla, me puse nervioso y dije puras hueás. Un monto de sueldo que nada que ver. Ya, pero al final empezamos con el taller.
En Quino...
Justamente, ese hermoso lugar.

Y bien, Pasión, dígame, ¿Cómo fueron esos días de compartir con ella?
Divertidos. Especiales. Lluviosos. Tenía su cuota de estrés, con el temita del auto, la otra comadre que quería lista de asistencia y no me acuerdo qué otra lesera. El teléfono que no me llegaba señal. Pero bueno. Me gustaba acompañarla. En principio, porque salía de la oficina. Además porque me encanta huear con los cabros chicos. Es entretenido. Y ella le ponía tanto color, tanto entusiasmo. Tanta, tanta alegría. Era como contagioso. O es contagioso. Esa energía que tiene, que cosa más increíble.
Ah, si. Toda la razón.
Además, el viaje era tan largo, aproveché de que me hablara harto
Si, porque a boh no te salen palabras ni a palos
Eso es culpa tuya, que nunca me dejai hablar
Ah, pero si terminai hablando hueás incomprensibles. A veces te paso el whatsap y escribís puras incoherencias
Pero si fuera por ti, no hablamos ni escribimos nada,
Eso se llama sentido de ubicación.
Sale pa'llá, ubicado; andai arratona'o siempre
No me vengai a huear o dejamos esta cuestión hasta acá no más!
¡Te duele porque sabí que es verdá! Además, boh empezaste,
Ya... mira... sigamos mejor
Ya, ya. Sigamos.

¿Qué ha sido lo que más le llamó la atención de esta persona?
Me alegra que lo preguntaras. Quisiera aprovechar la ocasión para aclarar algunas situaciones. Las otras locas con las que trabajai han intentado confundirme, me dicen que ando todo loco porque tiene el medio cuerpo, que es la media mina, que no sé qué con su... sus... caderas... Es necesario aclarar que hice todo el esfuerzo del mundo para mantener mi mirada siempre arriba.
¿Y te resultó?
Si. Bueno, casi siempre. Mmmm... ¿70% del tiempo? Pero, sabes tú por qué yo creo que me resultó?
Dígame usted
Porque la miré mucho a la cara. De a poco fui perdiendo el miedo, y la miré todo lo que pude a esos ojos preciosos como de color de la canela que tiene, que están como en un balcón: sobre esas atractivas bolsitas que tiene debajo. Como no quería mirar para abajo, me concentré en su exquisita sonrisa. En ese cabello ondulado que realmente me mata, en ese cuello alargado y contundente, donde guarda esa voz tan rítmica y amielada...
No logro comprender el punto.
Mire, señor racional. ¿Cómo partió todo? Usted compañero se resistió, cuánto. Cuánto. Un montón. Te negabas a dejarte llevar. Me impediste empezar a escribirle antes. Pero ¿cuál fue la primera idea que se me cruzó por la cabeza?
Su cabello como una selva. Ondulada, aleonada, fresca.
Por tanto mirarlo. ¿Cuánto tiempo la tuve ahí, dando vueltas? Le miraba y le miraba el cabello. La idea nunca se diluyó. Entonces pasó lo mejor. Te convencí que me dejaras escribir ese primer poema. Jajaja, qué risa. ¿Cómo fue que te dije? “Déjame desarrollar la idea, si al final, es sólo un poema. ¿No querís que me convierta en poeta?”
Algo así fue.
Si. Me dejaste. ¡Me dejaste y te cagué, hueón! ¡Guá! ¡In your feiz, madafaca! Después de eso nos fuimos por un tobogán. Derechito al agüita. ¡Splash!

Entonces, me está diciendo... ¿que se enamoró de ella por su cabello? Eso suena un poco ridículo.
No, no creo que haya sido por eso.
A ver, pensemos. Hay mil mujeres en esta ciudad que tienen el mismo tipo de pelo, así, rizado, con chochos y rulos
Si. He hecho poemas generales que hacen alusión a eso. Pero no había hecho jamás un poema a alguien en particular por su cabello.
Ok. Será por su sonrisa entonces.
Pasa lo mismo creo yo. La risa y las sonrisas siempre son atractivas, si bien creo que Gabriela tiene particularmente una sonrisa única.
Entiendo. ¿Sus ojos?
La explicación es la misma, creo. Preciosos, pero no sé. No creo que me haya enamorado por eso
¿Su cuerpo?
Ufff... pero no, tampoco. Acá hay muchas chicas muy atractivas. Pero no me producen esta emoción.
A ver, a ver, a ver. Me estás diciendo que después de todo este rollo, ¿no tienes nada concreto? ¿Ningún argumento? Haaahhh... ¿Cómo cresta me dejé arrastrar hasta acá, dios mío?
Lo que pasa es que no se trata de estos elementos en particular. Es decir, no es por nada de lo que me dijiste, pero al mismo tiempo, es por todo eso. 

¡No! ¿Te vai a ir en la bolá filosófica ahora?
Mira, se trata de algo que va más allá. No sé si exista una mejor definición. Pero me enamoré de esa energía que tiene. De esa eterna alegría que mantiene. De esa gracia que se le escurre. De ese poder con el que fluye. De esa electricidad que transmite. De esa luz que emite. Es una huevá demasiado genial que posee y que no sé explicarla. Ni siquiera tú, que eres el científico. Es eso, esa magia, ese cosmo, ese ki, nen, aura, chacra... qué sé yo, no sé cómo llamarla, no quiero ponerme esotérico. Es eso que no puede, o que no sabe contener. O no quiere. ¿Para qué hacerlo? Y se le desborda tan naturalmente y nos contagia a todos. Me enamoré porque ese poder se le escapa por su cabello, por su voz, por su sonrisa, por sus ojos, por sus movimientos, por su respiración agitada que siempre parece que tiene cuando hablo con ella por teléfono. Esa intensa radiación cósmica de la que no te puedes proteger. O por lo menos, de la que yo no pude escapar. Eso amo yo de ella. Y la idea de estar cerca de ella, de verla, de llegar lo más próximo a la fuente de ese impresionante, adorable, enloquecedor poder, me tiene así.

Recuérdame, Pasión: ¿cómo fue que nos decidimos a entregarle ese primer poema?
Dejarse llevar fue el primer paso. Completar el poema, el segundo. Entonces te sugerí que podríamos entregárselo... Ahí hubo pelea.
Claro, me puse firme. Te recordé una y otra vez que necesitábamos estabilidad, que la resignación era el camino, que esas tensiones que se producen no eran necesarias.
Si. Entonces te convencí con el mejor argumento que hasta ahora se me haya ocurrido. Y lo mejor, es que no se trató de un subterfugio, como cuando te convencí de escribir el poema del cabello. Se me cruzó el pensamiento de que si en verdad queremos cambiar el mundo, necesitamos subvertir todos los parámetros, todas las obviedades, todas las ideas. Ir mucho más allá. En ese sentido, esta política de la resignación, el encarcelamiento de la esperanza, hueón, y la insistencia en ni siquiera intentar hacer algo con el amor que nos nace de tanto en tanto, en realidad, era parte de un contrasentido. De una contradicción interna que también – como el capital o el faquin patriarcado – debía ser destruida.

Realmente, ese argumento me mató.
Me creíste. Me creíste porque eso de cambiar al mundo es prácticamente la única huevá en la que estamos de acuerdo.
No. No. Hay otra cosa más. Yo también me enamoré de ella. Pero me cuesta reconocer cosas que no comprendo. Y ahora, recién, ya estoy comprendiéndote.
Me alegra oír eso.



Estamos listos con la entrevista, ¿no?
Si... Eh, Razón. Oye, debo confesarte algo.
Qué pasó, compañero
Abrí la jaula. La liberé...
¿Qué?
La llamé el otro día. Yo, eehh... Le dije que iba a... pues, publicar todo esto que le he escrito y que se los iba a enviar...
¿Que hiciste qué?
No te asustes ahora. Pero mira. Allá viene el monstruo.
Maricón, qué hiciste.
Escúchame, si ya reconocimos lo obvio, es hora de hacerle frente. No podemos tener a la esperanza por siempre encerrada. Mírame. Es mi turno de tranquilizarte ahora. Nos va a atacar. Nos va a comer vivos. Creo que mientras nos mastica, volveremos a ser uno, como siempre debimos serlo. Esto de estar separados: eso si que es ridículo, no esto que sentimos. Razón y Pasión no pueden pasársela peleando.
Puta, hueón. Me hacís sentir casi como Kamisama. ¡Y que quede claro que boh soi el piccoro! ... ¿Estái seguro que va a funcionar?
No. Pero no quiero quedarme en nada, como otras veces

...

¿Cómo fue que llegamos a esto, hueón? Va a doler hueón, yo me acuerdo. Yo soy el único que tiene memoria, boh lo olvidai todo. Esos dientes son afiladísimos. Espero que valga el sufrimiento. ¿De qué te reís, hueón?
Te voy a decir lo que siempre me dices tú. No importan los costos cuando algo vale la pena. Y esto vale mil veces la pena.
¿Y... si no resulta nada con ella?
Razón, por favor, piensa. Esto no es un maldito emprendimiento. No es un depósito a plazo. No es una siembra, o un puto crédito. Estos estúpidos resquicios de pensamiento neoliberal que buscan mierdas de ganancias en cualquier huevá se van a quedar en las muelas de esta bestia. ¿me entendís?
Entonces... ¿Por qué hacemos esto?
Dímelo tú. Tú lo sabes tan bien como yo...

...
...
'Amar es insurgencia' [♪], hueón. Maldita canción
Exacto. ¿Qué importa si no nos está leyendo? ¿Qué importa si se enoja y no nos vuelve ni a mirar ni a hablar? Le estamos regalando buena parte de lo mejor de nosotros. Y ella lo vale. Una vez hecho, ya no tendremos que arrepentirnos de nada. De nada.
Ahí viene. Cresta. Ya. Ya conchamimaire, hágamoslo no más... puta, no dejo de temblar.
Hay que gritar entonces. Gritar. Gritar fuerte. Más fuerte que el miedo


¡Grita poh!
No me sale la voz hueón, estoy que me cago...
Grita, grita... ya sé, grita como el Tomi Li Jon en los hombres de negro
¿Cuál?
En la uno...
Ah, ya caché...

OYE, OYE, MONSTRUO CULIAO ¿TENÍS HAMBRE HUEÓN? VEN HUEÓN, AQUÍ ESTAMOS, ¿TE CREÍS CHORO HUEÓN? ¿QUÉ HUEÁ TE CREÍ? ¡VEN HUEÓN! ¡CÓMEME! ¡CÓMEME! ¡CÓMEME CONCHETUMAAAAAAAAAHHHHHHH!!!!!!

...

PD: 
<< El amor sólo da de el mismo, y no pretende obtener más que de sí mismo. El amor no posee a nadie ni puede ser poseído. Pues el amor se basta del amor. Cuando ames, no digas 'Dios está en mi corazón'; más bien, di 'Estoy en el corazón de Dios'>>
De: Khalil Gibrán. En: 'El Profeta'.

...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué te pareció?