miércoles, 28 de marzo de 2018

Resucitó el Lucro: que Bachelet se haga responsable


Resucitó el Lucro: que Bachelet se haga responsable

El fin-al-lucro en la educación superior resucitó. El Tribunal Constitucional se transformó en el hacedor de milagros previo a semana Santa.

Todos rasgamos vestiduras. La conservadora tercera cámara se hunde en el desprestigio junto a toda la institucionalidad política del Estado por haberse 'echado al bolsillo' la 'voluntad popular'. Lamentablemente, la crítica está mal dirigida.

Es que la responsabilidad de lo que pasó - o la mayor parte de esta -  no está ahí. La responsabilidad es política - obvio - y es del Gobierno de Michelle Bachelet.

No voy a defender al TC, pero entiendo que la lógica de este jurado va en sintonía con la Constitución neoliberal, firmada por Pinochet y respaldada por Lagos. Y no me vengan a que el TC es ilegal, porque en cualquier sistema democrático tiene que haber mecanismos que impidan que tal o cual administración - en cualquier país, en cualquier época - se arranque con los tarros, aprobando cualquier ley por inconcebible que sea. Obviamente, no desconozco el hecho de que la conformación de nuestro TC sea cuoteada y responda a ciertos intereses en desmedro de otros.

Pero el problema es realmente otro. El problema es la Constitución. Todos nosotros lo sabemos. Toda persona medianamente inteligente lo sabe. Lo sabíamos desde antes. Michelle también lo sabía. Sin embargo, cometió un error profundo, que incluso parece intencional.

El error no es cosa poca, aunque pueda parecer indirecto. Se trata de haber dejado la reforma constitucional para el final. Se demoró casi un año y medio para sistematizar los encuentros constituyentes locales, provinciales y regionales - en los cuales participé y de buena fe. Sin embargo, Bachelet se rió de todo Chile presentando  un escrito sin ninguna importancia al final de su administración, sabiendo que en la práctica el nuevo gobierno de Piñera iba a dejarlo - con suerte - como taco en la mesa coja.

El error no tiene tanto que ver con demorarse sino que, a pesar de la complejidad de un proceso como el que llevó a cabo, no fue capaz de comenzar su mandato con esta reforma, mucho más importante que la educación.

En segundo término, un segundo error pasó por su tardanza con la ley de educación superior. Cuatro años le tomó. Si hubiese sido más rápida; si hubiese tenido de verdad una convicción respecto a la gratuidad y a la Educación como un derecho no tendríamos este problema. Quizá el TC lo habría impugnado igual, pero habría habido tiempo para corregir esa reserva de constitucionalidad dentro de su gobierno. Ahora tenemos que esperar a que un presidente que cree en el lucro en la educación corrija e implemente esta ley.

El resumen es claro. Que Bachelet se haga responsable. No basta un tuit. Ella, su gobierno, quienes la apoyaron - incluyendo RD - y quienes la defienden a morir tienen que hacer una fuerte autocrítica, especialmente si quieren volver a tener un poco de la confianza ciudadana que alguna vez tuvieron.


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