viernes, 5 de noviembre de 2010

LA COPIA FELIZ DEL EDÉN, O EL GRAN DISFRAZ DEL DIABLO

La Biblia dice clarito: la astucia del diablo es tal, que puede disfrazarse de ángel de Luz, con tal de engañar a los santos (2ª Corintios 11: 13-15). Y puede ser, que tras las bellezas que nuestro Chile nos muestra, se oculte un feroz demonio llamado ‘desigualdad’, el que de una u otra manera, ha poseído nuestra vida social, excluyendo a cualquiera por cualquier motivo, desconocido para la conciencia humana, oculto para la ciencia occidental practicada en el país, conocido sólo por esas esferas demoníacas. Sólo, puede ser. Porque la verdad, es que estoy convencido que NO es un demonio el que genera desigualdades, sino nosotros mismos. Es fácil echarle la culpa a ‘OTRO’, como lo hicieron Adán y Eva. Podríamos decir que es culpa de los políticos: una verdad a medias, porque es lo mismo, es echarle la culpa a una figura desconocida, sin nombres ni apellidos. La desigualdad del país es culpa de todos: todos, usted que lee, y yo que escribo, somos responsables de alguna u otra manera (además claro de los políticos y los demonios, si es que no son lo mismo), de lo que enfrentamos diariamente. Y lo peor es que nos hemos hecho dependientes de un sistema que excluye, que discrimina, que favorece a muy pocos y aplasta sin misericordia a la mayoría. Lo hemos sacralizado – al sistema – a tal punto, que parece que fuese una ley natural (como la gravedad) o una ley divina, algo que no puede ser cambiado ni desecho.

Es que hay que comprender: los sistemas sociales son hechos por humanos; imperfectos y estúpidos, no hay nada que juzgar con respecto a eso. El problema es cuando esos sistemas generan esclavitud, miseria, violencia y exclusión. Y más problemático aún, es la imposibilidad que esos esclavos, esos miserables, esos violentados y esos excluidos puedan darse cuenta de lo obvia que es la realidad. Y lamentablemente, estoy hablando de Chile. Y lamentablemente, también de Talcahuano.

Es que estoy aburrido, hasta el cansancio, de ver a Chile sumido en la injusticia, la desigualdad y la exclusión,  y más aún de ver cómo los ciudadanos no quieren darse cuenta, ni hacer nada por cambiar este sistema de patrones y esclavos. Aburrido de ver cómo, la Concertación y la Alianza por Chile, por años, tras la farsa de la 'vuelta' a la democracia, no hicieron más que convertir a la población en consumidores adictos al dinero, a la mentira, a la desinformación, a la 'modernización compulsiva' de la que nos habla José Bengoa, en tanto esto implica adicción a la materialidad de la modernidad, sin importar las relaciones sociales entre los esclavos. 

No es posible que Chile, un país potencialmente riquísimo (estadísticas indican que podríamos estar dentro de las 10 naciones más ricas del mundo), esté empobrecido porque unos muy pocos ‘compatriotas’ quieren verse favorecidos, entregando nuestros recursos naturales a extranjeros (como el cobre, el agua, o las tierras)

No es posible que en Chile, los recursos financieros se distribuyan a nivel central, impidiendo que las regiones utilicen el dinero que generan por si mismas para su propio desarrollo.

No es posible que en Chile, con la excusa del desarrollo y del bien común (que en realidad, no se busca nunca) se destruyan ecosistemas y se pase por encima de comunidades con derecho a decidir sobre su entorno (como el robo histórico de las tierras mapuche, pero además, hablo de la atrocidad de Hidroaysén en el Sur, de Pascualama en el norte, la pesca de arrastre industrial en el mar)

No es posible que en Chile, las personas estén impedidas de decidir adecuadamente a sus representantes (el sistema electoral binominal es una estafa electoral) y de ejercer adecuadamente su ciudadanía (inexistencia de plebiscitos, inutilidad de juntar firmas para crear o vetar proyectos de ley, imposibilidad de interpelar a parlamentarios malos). Y peor aún: que no podamos saber lo que cada comisión parlamentaria discute al crear proyectos de ley. A algún diputado o senador fascista, apoyado por gente a la que le interesa mantener desinformada a la población, se le ocurrió la grandiosa idea de impedir el acceso público a la información de los argumentos dados en cada instancia legislativa. Y muchos otros, apoyaron la idea.

No es posible que en Chile, haya espacios públicos, a los que la población no puede acudir porque hay gente poderosa que se opone: Hablo de las playas, pero también de muchos otros espacios de los cuales estamos excluidos por lo costoso, entre otros factores.

No es posible que en Chile se tenga sumida a la población en la ignorancia, en la imposibilidad de no entender lo que se lee por causa de un absurdo modelo de educación que privilegia bajos costos, permitiendo lucro excesivo y casi estafador, y mala calidad de la educación, sobre todo, en los sectores más pobres del país.

No es posible que en Chile, no tengamos opción de elegir mejores servicios, que no haya competitividad, y que sólo haya monopolios por todos lados, y que esos monopolios siempre pertenezcan a los mismos, y que la ciudadanía-consumidora  no pueda saber quienes son esos privilegiados, a pesar de ser pocos.

No es posible que estas realidades sean imposibles de cambiar. No es posible que nuestras conciencias no puedan comprenderlas. No es posible que no tengamos el valor para movilizar esas conciencias y sus cuerpos para vencer al sistema que nosotros mismos, paradójicamente, hemos creado y legitimado. 

Quiero un Chile justo, verdaderamente solidario, informado, y con poder ciudadano.

2 comentarios:

  1. Concuerdo contigo en que el Demonio se expreSA EN LAS INJUSTICIAS DE NUESTRO PAÍS. Me gusta que te indignes y no te acostumbres a la desiguakda, es el primer paso para iniciar los cambios.

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  2. Y no es posible que Bielsa se vaya de la selección jajaja ¿cierto?
    Sabes qué yo pienso (así como muchos) que parte del problema está en las instituciones, pero quizás la más importante yace sobre nosotros mismos como seres pensantes y capaces de generar acción social.
    Sólo legitimamos el poder central, estatal, normativo y muchas veces absurdo que nos imponen y somos incapaces de crear un verdadero proyecto de autogobierno a la altura de nuestras necesidades, diferentes en muchos casos, pero comunes en cuanto a cuestiones de fondo.
    Necesitamos armarnos de conciencia y de solidaridad, en está sociedad anónima, salir a las calles sin miedo y crear ...
    No estamos obligados a seguir las pautas que nos impone este país desigual (niño lindo lleno de tumores por dentro como ejemplifico Nibaldo Mochatti)somos individuos y sobre todo seres humanos dotados de una capacidad hermosa para pensar y cambiar.

    Buena columna
    Sr antropologo.

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